En los últimos años, la sostenibilidad ha dejado de ser un concepto abstracto para convertirse en una prioridad nacional en la República Dominicana. Este cambio no es casual: el país se enfrenta a grandes desafíos ambientales, sociales y económicos, como la gestión del agua, la pérdida de biodiversidad y la necesidad de una economía más resiliente frente al cambio climático. Para hacerles frente, múltiples sectores han asumido un rol activo en la construcción de un modelo de desarrollo más responsable.
A diferencia de otras agendas públicas, la sostenibilidad en el país no depende de un solo actor. Gobierno, empresas, organismos internacionales, universidades y organizaciones sociales trabajan —a veces de forma conjunta, otras en paralelo— para impulsar políticas, proyectos e inversiones con impacto positivo. Conocer quiénes lideran este proceso es clave para entender hacia dónde se dirige la nación.
¿Qué es la sostenibilidad?
La sostenibilidad es la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer los recursos y el bienestar de las generaciones futuras. En palabras simples, significa crecer económica y socialmente sin destruir el medio ambiente ni dejar a nadie atrás.
¿Por qué es importante para la República Dominicana?
La sostenibilidad no es solo una cuestión ambiental; tiene implicaciones económicas y sociales directas. Según el Ministerio de Medio Ambiente, los servicios ecosistémicos —como agua, bosques y suelos— aportan al país un valor estimado de miles de millones de pesos al año. Además, sectores como el turismo dependen directamente de la conservación de los recursos naturales. Por otro lado, organismos como el PNUD advierten que los eventos climáticos extremos le cuestan al país un promedio del 0.5 % del PIB cada año.
Actores clave del desarrollo sostenible en el país
Sector Público: liderazgo normativo y estratégico
- Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MMARN): Lidera la política ambiental. En 2024 lanzó la Taxonomía Verde, herramienta que “facilita la identificación de actividades económicas sostenibles y promueve inversiones alineadas con los objetivos ambientales del país”, según la entidad.
- Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD): Coordina la Hoja de Ruta de Producción y Consumo Sostenible a través de la Comisión Interinstitucional de Alto Nivel para el Desarrollo Sostenible.
- Superintendencia del Mercado de Valores (SIMV): Ha creado un marco regulatorio para emitir bonos verdes y sociales, favoreciendo el financiamiento de proyectos con impacto ambiental positivo.
Cooperación Internacional: apoyo técnico y financiero
- Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD): Impulsa proyectos como EcoHarmony RD, enfocado en biodiversidad y sostenibilidad comunitaria.
- Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID): A través de su Marco de Asociación 2025-2029, apoya iniciativas vinculadas a resiliencia climática e inclusión social.
Sector Privado: empresas que apuestan por el cambio
- Empresas Sostenibles RD: Plataforma que reúne compañías con compromisos medibles frente a los ODS.
- Alianza ONG: Espacio donde empresas y sociedad civil colaboran en proyectos de impacto ambiental y social.
Ejemplo concreto: Varias empresas del sector turístico y energético ya están reportando sus emisiones de carbono y adoptando estándares internacionales de eficiencia energética.
Sociedad Civil y Academia: educación, vigilancia y acción comunitaria
- Universidades como UASD e INTEC: Desarrollan investigaciones y programas académicos en energías renovables, gestión ambiental y políticas climáticas.
- ONG nacionales e internacionales: Ejecutan proyectos de reforestación, reciclaje y educación ambiental en comunidades vulnerables.
La sostenibilidad en la República Dominicana no es tarea de un solo actor, sino el resultado de una red de instituciones que avanza con distintos ritmos. Aunque los avances son notables, aún queda el desafío de fortalecer la coordinación entre sectores y asegurar que estos esfuerzos se traduzcan en beneficios reales para toda la población. Apostar por la educación ambiental, la transparencia en los proyectos y la participación ciudadana será clave para consolidar el cambio.
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